Arachne
tejía, con sus manos diluía
Los
hilos de colores diferentes percibía
Sus
dedos se entrelazaban en los hilos que tenía
Brillantes,
negros, azulados se lucían
Amarillos
como rayos del sol relucían
Rojos
fuego y castaños, los hilos se entretejían.
Conseguía
ella los hilos cada noche que salía
Los
tomaba de la base de las ideas y cuentos
Del
envase que guardaba el cerebro recubierto
Con
su pequeño cuchillo la piel de la frente abría
Y
de un tirón desgarraba el cuero que contenía.
Que
contenía en el mismo los hilos que ella quería
Cabellos
humanos bellos
con
que tejer sus telares, sus mantos, sus detalles
Sobre
los cráneos desnudos sentábase a entrelazar
Los
cabellos de las víctimas que escogía ella al azar
Y
sus paredes cubría cual museo del tejer,
sus
obras mostraba plena entre cintas, sangre y piel.
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