Mi cumpleaños seguía pasando y en la puerta esperaba inquieta. Ella me
lo traería, estoy segura que me lo conseguiría. Después de todo, también
pertenezco al grupo y me lo merezco.
La sangre de aquel recién nacido me había costado mucho para que no
diera resultado. Tuve que quitárselo de los brazos a su madre, arrancárselo
apenas dio a luz, aún recuerdo el sonido del cordón umbilical al romperse
cuando tiré del crío con tanta fuerza. Creo que fue tan fuerte que como una
liga estirada, el cordón, se extendió y regresó con impulso dentro de ella, fue
divertido.
Se lo entregué envuelto aún en parte de la placenta. Me prometió que
para mi cumpleaños lo tendría.
En el aquelarre me celebrarán un año más, espero que sea el último que
pueda hacer escarnio de mi cuerpo.
Todas mis hermanas vestidas de rojo, al igual que yo, entre humo
escarlata y el pequeño cuerpo como pieza central de la ceremonia, danzan al Dios
de la luz, Dios de sangre y fuego.
Y al fin llega, la veo acercarse con su cabello rojo al viento. Su boca
se dibuja en una sonrisa y con los brazos estirados lo sostiene.
"Como te lo prometimos hermana" - dijo Melisandre al
entregarme el dorado collar que cargaría mis años.
*Plus: Alerta de spoiler GOT (temporada 6)
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