EL
Te deseo, como se desea las cosas más puras.
Para adorarte sin herirte, para que mis manos veneren tú beldad.
Para que mis labios en beso sublime me abran las puertas de tu
intimidad.
No puedo esperar a posarme en ti, a cubrir tu cuerpo con el mío
impropio.
Para hacerte mía en lo más profundo que con mástil firme entrará en tu
vientre, buscando el tesoro que busco furioso con cada embestida que pidas que
entre.
Y verte caer en brazos de Eros y que con gemidos llenes esa boca que
saca malsana mi febril lujuria, escuchando en ella quejidos que arranco antes
de colmarte de fluido blanco.
ELLA
Ven guerrero mío aquí entre mis brazos, tu pecho tan fuerte mi lengua
abrasada, probará el sudor debajo de ella con cada caricia que te da mojada.
Pósate en mi cuerpo, conquista mis cimas, con tu boca ávida arrasa con
ellas y entre mis muslos domina mis bríos, con tus labios húmedos pósate en los
míos.
Toma lo que es tuyo sin contemplaciones, poséeme entera sin piedad de
mí. Y haz que llegue al cielo por medio del cetro que domina infiernos
hundiéndolo en mí.
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