Espejito, espejito quien es la más hermosa
del reino? - escucha una vez más desde la celda donde la tienen encerrada un
buen tiempo atrás. La acompañan, una joven que solo duerme desde que la
trajeron y la otra con un cabello larguísimo que arrastra por el piso al
caminar.
Afuera, aquella no se cansa de preguntarle
al dañado espejo por su belleza. La magia del espejo no se perdió a pesar que
esos horribles enanos irrumpieron como una banda de delincuentes al castillo y
destrozaron casi todo.
Uno de los asquerosos enanos entra a
darles el repugnante alimento. Una vez más las manosea lujurioso antes de
dejarle los platos en el piso. Esta vez se ensaña con la pelilarga, toca su
cuerpo de la forma más vil y le susurra metiéndole la lengua al oído:" han
pagado muy bien por ti, es tu última noche con nosotros, vendremos los siete a
darte tu despedida " le dice lascivo y se va cerrando la puerta de hierro
tras él.
Una vez más está llegando la hora de la
sangrienta ceremonia diaria, su rostro ya no tiene una sola parte sin una
herida abierta o una cicatriz purulenta, su cuerpo es el que paga la venganza
por también haber sido bella, ahora es un monstruo irreconocible. No pensaba
que una mujer fuese capaz de tal sadismo.
Ella entró con su hermosa sonrisa de labios
rojos y hermosos dientes como perlas, dos mediohombres entraron también para
agarrarla e inmovilizarla.
"A ver alteza" dijo riendo sarcástica
con su voz cantarina "¿Qué parte de tu cuerpo me falta por cortar? tu
rostro ya está deshecho" levantó el arma atacante que brillaba y reflejaba
por momentos cuando la movía " y pensar que lo que ahora te corta es un
pedazo del espejo que antes tanto amabas, ¡aquel que te ayudo a encontrarme y
con el cual planeaste matarme con una estúpida manzana! ¿Creíste que era tan imbécil
para caer en ese truco? "Dijo con fiereza antes de asestarle un nuevo
corte esta vez sobre el seno izquierdo, su piel se abrió en un surco sanguinolento
por el cual brotaba el líquido carmesí que mojaba sus pobres vestimentas. El
dolor la hizo doblarse hacia adelante, lo cual la malvada aprovecho para
hacerle otro profundo corte en la espalda. Cayó al piso sin fuerza por los
cortes que se unían a las heridas ya infectadas.
Enseguida se marchó seguida por sus
compinches con las risotadas más crueles. La princesa del pelo largo la
socorrió llena de lágrimas: " Ay de nosotras, nuestro destino es sufrir
hasta el día que partamos de este mundo, tú con ese juego sanguinario y yo en
manos de los más pervertidos hombres de reinos lejanos". Se abrazaron
llenas de dolor y desesperanza cuando la ex reina vio un reflejo en el piso, su
verduga la había cortado con tanta fuerza que rompió un pedazo del espejo que
yacía a unos metros de las desdichadas. Ambas se miraron, era tanta su
desesperación que no lo pensaron.
En la noche los siete enanos llegaron para
"despedir" a la hermosa princesa, todo estaba a oscuras, solo ellos
alumbraban con su antorcha. Entraron al calabozo sintiendo que sus zapatos se
pegaban al piso como en una miel seca y algo se movía en las sombras muy
lentamente. Acercaron la antorcha al centro de la mazmorra. La joven estaba
muerta sobre un charco de sangre que hubo salido de sus muñecas cortadas, ya no
tenía su larguísimo cabello con ella. Éste colgaba en forma de trenza amarrado
a una viga del techo del cual colgaba el cuerpo, ya sin vida, de la antes
hermosa reina, torturada por la niña blanca como la nieve y cabello negro como
ébano.
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