debo cubrirte, taparte bien
Estás muy quieto mi dulce amor
¿No sientes nada mi adoración?
No abres lo ojos y no te mueves
Ven a besarme, por compasión.
Entra tu padre a la habitación
Llora gritando, se abraza a ti
Te aprieta fuerte, contra su pecho
Su rostro, en llanto, está deshecho.
Abres los ojos, al fin mi niño
Lloras jadeando pegado a él.
Quiero acercarme a consolarlos
Mi hijo me mira, horrorizado
Aun la cuerda, me cuelga al cuello
Aun mi lengua, cuelga babeando
Aun de la viga, estoy colgando.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario